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Reseña: GET DEAD- «DANCING WITH THE CURSE» (2020)

-Calificación: [9/10 ]


Get Dead es una de las apuestas más frescas del sello Fat Wreck, no su primer proyecto en la disquera, pero de hecho el más significativo, puedo confirmar que esta música en cuanto a escena es de las más importantes de los últimos años. Incluso a meses de su estreno, desde su anuncio, este disco dio mucho de qué hablar por sus sencillos, historia de la banda, e innovación de estilo

Desde la bahía de San Francisco, cuna de algunos de mis artistas favoritos de la historia, Get Dead se formó hace más de una década. Experimentando con los estilos más icónicos del punk, desde ska, hasta skate, y de alguna forma, creando algo diferente. Podemos hallar un millón de influencias en su música, mucha inspiración, pero lo que resulta es algo completamente íntimo y novedoso.

La esencia criminal y rebelde del punk nunca estuvo tan pura como en la música de estos cabrones, quienes no se conforman en presumir cada instrumento, dando tiempo de brillo y color a cada uno, con una producción impecable, mantienen la crudeza callejera del skate punk, con las melodías pegajosas del pop punk. Sam King es muy afinado, pero también muy proactivo en arreglos. Sus gritos son tan acordes a lo que transmiten sus letras, dando el mismo color que Lemmy Kilmster le dio en su tiempo a sus piezas.

Le está escribiendo alguien que en verdad no tiene ningún interés en el Metal, pero respetea el legado, y hoy, día de fallecimiento de Eddie Van Halen, ciento un impulso muy insistente de criticar solos de guitarra, y sin previo anuncio, este disco los tiene.

El 2018 tuvimos una breve temporada de ska revival, y me puse a extrañar el género escuchando a los británicos de los 80, pero sólo este disco me sació la sed.

Con la salida del remake de los juegos de Tony Hawk´s Pro Skater, me dio un vicio nostálgico de hardcore melódico de cuatro acordes, pero con riffs sobre arreglados, que me hagan agitar la cabeza hasta que me vuelva a crecer el pelo. Una vez más, adivinaron, sólo este disco me concedió el deseo.

Quería himnos. Este año de mierda amerita himnos, no que le rindan tributo o hablen de él. Himnos que lo definan, que sirvan de máquina del tiempo y resalten entre el resto. Sólo el disco de Lawrence Arms me convenció de tal tarea, y acá hay uno que se le intenta igualar.

Lo que tenemos es ni más ni menos que uno de los mejores sorpresas de este 2020. Se esperaba algo bueno, pero no tan bueno. Sólo se me ocurre compararlo con el disco de IDLES, pero incluso estos se apoyaron en su fama y entregaron únicamente lo que prometieron.

No había nacido cuando la ola de los 90 estaba en su clímax, con el nacimiento de Fat Wreck, de Epitaph, el ascenso de Green Day o Nirvana y la llegada del rock alternativo al mainstream. Pero estoy vivo para disfrutar discos como estos, y es una verdadera satisfacción.

Cuando todos los temas del disco tienen potencial de sencillos, no solamente el disco es sólido, es que hay que considerarlo como icónico a largo plazo. Intenté mencionar algunos favoritos, pero es inútil, es como elegir un hijo favorito.

Repito, esperaba algo bueno, pero no algo que mueva toda mi top de mejores discos del año, incluso el de mejores canciones, radicalmente. Tengo mucho que pensar, espero que no sea la emoción del momento, voy como tres de escuchadas enteras, y creo que el puntaje que le estoy dando lo tiene más que merecido.


-Salida Oficial: 9 de Octubre de 2020
-Mejores Canciones: «Nickel Paled» «Disruption» «Glitch» «Pepperspray» «Hard Times»

Asesino serial y catador de música

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