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Reseña: BAD ASTRONAUT – «TWELVE SMALL STEPS, ONE GIANT DISAPPOINTMENT»

-Calificación: [9/10 ]
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A falta de nueva música buena (mientras estoy a la espera del disco debut de Bones UK la siguiente semana), y después de ese nuevo discazo de Joey Cape, opté por compartir una nueva «retro» reseña, en esta ocasión de la banda de indie rock «Bad Astronaut».

Incluso para una banda tan rara y de culto como lo es Bad Astronaut, tiene que existir una gran historia para un «último disco», porque sí, este es el tercer y último proyecto de la banda.

Joey Cape (compositor, vocalista y bajista de la banda) es conocido por ser el hombre de los mil proyectos, con tantas bandas icónicas para la escena en las que formó parte. Bad Astronaut había tenido más éxito de lo esperado y por un momento se llegó a suponer que pasaría a ser su «banda principal», dejando de un lado Lagwagon. Sin embargo, durante la grabación del disco y a poco de terminarlo, el baterista Derrick Plourde (también miembro de muchas bandas) cometió suicidio.

Casi dos años después el proyecto fue finalizado y sacado a luz, pero se confirmó que después de este ya no habría más Bad Astronaut. Sin Derrick no tenía sentido. Así que un «será» pasó a convertirse en «lo que pudo ser». El resultado fue una genialidad agridulce, y hoy lo repasaremos una vez más al estilo «canción por canción».

La primera canción «Good Morning Night» parecería ser un perfecto ejemplo de la clásica historia del «perdedor cool», el hippie moderno denominado hípster, que tiene problemas existenciales para convertirlo automáticamente en un personaje complejo. Pero no. Si eres nuev@ con la composición de Cape, debes saber que la voz del antisocial es su firma y en casos muy genéricos deberías prestarle atención a la música y sus arreglos. Es una genial apertura, muy chiclosa y digna de una película de romance adolescente de los 2000. Es casi una canción de Weezer (risas).

Le sigue una de mis favoritas. «Ghostwrite» es una joya perdida en el tiempo. Su letra es muy compleja y subjetiva a interpretación. Obviamente se alude a la escritura fantasma, que básicamente es escribir un producto para que otra persona asuma la autoría a cambio de dinero. Este trabajo es de forma ignorante interpretado como una especie de «prostitución artística» y en parte hay razón, pero hay quienes hacen «ghostwritting» por favores, incentivos, una ayuda sincera, por simple necesidad o por un ritual poético (ya saben cómo son los artistas). Sin embargo la canción se va más hacia los escritores de discursos políticos, quienes si carecen de valor. De todas formas lo mejor es lo musical. Desde el ritmo de los versos y sus rimas acertadas hasta un estribillo frío. Las progresiones, cambios de tempo constantes y la percusión jodiendo sin pena, un solo de guitarra interrumpiendo por ahí y un bajo tranquilo y justo.

«Beat» es la segunda más larga del disco, pero es la primera que haría escuchar a alguien que jamás escucho a la banda. Otra de las favoritas. Muy bohemia, bases de jazz moderno y arreglos con gran habilidad técnica. Sin hacerme al erudito, suena alucinante!.

Seguimos con una canción para decir «uh!». El día de hoy ya es un himno, se trata de «Stillwater, California» que simplemente por su riff en teclado ya merece tu amor. Es una canción construida a pura melancolía, obviamente después de la muerte del baterista, al que se hace mención como un hermoso tributo.

Hay millones de artistas que creen que el agregar mil instrumentos hace de su tema «mejor», nada más lejos de la verdad. Los instrumentos y sus sonidos son herramientas de personalidad y su aplicación puede cambiar sentidos y propósitos. Es así como un temazo como «One Giant Dissapointment» presume pero no abusa de una mandolina en sus puentes. También parece una canción dedicada al baterista fallecido, pero más como un despecho que como un tributo. La letra es más fuerte y directa.

«Minus» presenta a Joey en solitario. Un acústico que extrañamente es de los temas más conocidos de la banda, aunque fue estrenada como un tema solista antes del disco. Quizás para rellenarlo, pero igual es un gran tema.

Entramos a un rock alternativo más rápido y acorde a su tiempo. «Best Western» trata sobre la rebeldía adolescente y sobre la rabia ilógica que se produce a esa edad. La música le atina a lo que se quiere expresar, especialmente con sus versos no cantados de: «hey mom, hey dad…»

Y pasamos a una rola muy triste, la idílica «San Francisco Serenade» es Shakespeare hecho música. Armonías femeninas y efectos poco usuales de distorsión. Una tragedia que involucra a personajes que se amaron y Cape viviendo su canto. Hay tanto detalle a lo instrumental que asusta.

Podemos decir que «Autocare» es la más pop del disco, pero eso es de doble filo, ya que es adictiva y re-reproducible si se vale el término. Una canción para ir al trabajo en buen pedo. Y aunque parece simple, sí que tiene arreglos que sólo a Cape se le ocurren. Siento que me faltó hablar más de los otros miembros, y la verdad es que se siente muy fuerte su impacto, en especial si comparamos la producción de este disco con otros proyectos de Cape. No podría haber Bad Astronaut con otros miembros.

«Violet» es un tema cuya versión acústica ya había salido un par de años antes en el álbum compartido con el fallecido Tony Sly. No hay mucha diferencia. Es más lento a casi todo el disco y presenta muy pocos arreglos.

Pasamos a un tema que aunque es muy disfrutable en su factor melódico, su letra es muy importante para definir nuestra era. Habla sobre la ingenuidad humana, tanto del lado crédulo como de pesimista. Es un tema que termina muy rápido, y cada vez que mi aleatorio me lo entrega, lo repito. Se llama «Go Humans».
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Casi terminando, la banda nos regala su «bohemian rhapsody». Una rola de poco más de 8 minutos titulada «The F Word» a la que hay que tenerle paciencia a su primera mitad que aunque no es mala, es lenta. Pero su segunda mitad crece y explota a niveles sexualmente reprimidos. Otra letra melancólica, pero una cátedra instrumental.

Y cerramos con una tenebrosa vuelta a casa después de una fiesta nada exitosa. Pero al mismo tiempo con una solitaria oda a la ironía. Los aplausos que se oyen tienen tantos significados posibles, pero es mejor que tú saques el propio.

Si ya lo escuchaste sabrás por qué es un clásico de culto. El único disco de la banda que está conformado completamente por canciones originales. Un adiós digno, qué más puedo decir. Ojalá te haya gustado.
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-Salida Oficial: 14 de Noviembre de 2006
-Mejores Canciones:«Beat» «San Francisco Serenade» «Possession» «Stillwater, California» «One Giant Dissapointment» «Ghostwrite»

Asesino serial y catador de música

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