Pedestal
No sé si es que puedas verme
desde el más alto escalón
donde yaces intocable
siempre arriba de éste montón.
Yo nunca me colgué la medalla
ni del primer ni del segundo lugar
usando siempre la misma excusa
pues los buenos siempre van atrás.
Tu mejor amiga, la belleza
pesado abanico para tal geisha
con tu perfume amargo a fresa
siempre fuiste aquí orgullosa, la reina.
Pero yo me autoproclamé
el rey de los sin reyes
el señor de los que lloraron
por vos.
El sexo que te gustó
el primer beso no deseado
el primero que cayó
siempre fui yo.
Desde arriba tú saludas
con tu rostro de papel
con tus largas uñas limpias
pero con miedo a caer
para dejar de ser la reina
de tu torre de ajedrez.
Pensaste que te seguiría
pero hay pocos que lo consiguen
subiste más alto que María
aunque por lo menos, ella era virgen.
Mientras tú sigues escupiendo
mi escalera yo quemaré
sea verano o invierno
bajo tu pedestal me quedaré.