Cyber
El siguiente texto fue escrito originalmente en inglés y es una práctica realizada para un taller de escritura creativa.
Versión en Español (Look below for ENGLISH VERSION)
El cibercafé era uno de los más pequeños y peor cuidados del vecindario. Las computadoras tenían aún el Windows Vista, y uno podía contar los pixeles en las pantallas. Sin embargo era el único abierto a esas horas de la noche. Después de terminar mi informe, salí de la cabina a solicitar la impresión.
Cuando llegué a la caja, si podemos denominar como tal a una mesa de plástico al lado de la puerta, el lugar estaba vacío. Me parecía preocupante que alguien deje su puesto de cajero y administrador a las tres de la mañana. Cualquiera podría robar los equipos, aunque pensándolo bien, ¿quién querría hacerlo?
Pero yo no soy de ese tipo de personas, así que esperé. Sobre la mesa de plástico había unos audífonos decorados con pegatinas de Dragon Ball. Colgando también estaba un cargador de laptop muy viejo y con las puntas pelándose.
Sobre la silla había una caja de fósforos y en el suelo un par de colillas de cigarro. En la pared de atrás había un poster de Evangelion con una esquina rota y las demás dobladas, y abajo del poster, una papelera repleta de latas de red bull aplastadas.
A la derecha del poster había un colgador donde estaba tendido un llavero de Game of Thrones y con una única llave muy particular, de esas largas que sirven para las cadenas de las bicicletas.
A pesar de la hora, en las esquinas del cibercafé había pequeños parlantes negros, igual bastante antiguos que estaban conectados quien sabe dónde. Dos de esos parlantes estaban reproduciendo canciones de Death Metal en japonés, y los demás solo emitían estática. Y muy al fondo del lugar, estaba escondida una puerta con un letrero de baño unisex.
También noté que desde afuera entraba un cable que se colgaba a lo largo del local, esquivando todas las cabinas, hasta llegar a un pequeño enchufe al lado de la puerta del baño. Supuse que venía del letrero de neón de la puerta, pero una vez más, el cable estaba en pésimo estado. El lugar era una bomba tiempo.
The cybercafé was one of the smallest and worst maintained in the neighborhood. The computers still had Windows Vista, and you could count the pixels on the screens. However, it was the only one open at that time of night. After finishing my report, I left the booth to request printing.
When I got to the manager’s desk, if we can call that to a plastic table next to the door, the place was empty. I was concerned that someone leaves their position as cashier and administrator at 3 AM. Anyone could steal the equipment, but on second thought, who would want to?
But I’m not that type of person, so I waited. There were headphones decorated with Dragon Ball stickers on the plastic table. Also hanging was a very old laptop charger with peeling ends. A box of matches on the chair and a couple of cigarette butts on the floor. There was a poster of Evangelion with one corner broken and the others bent on the back wall, and below the poster, a trash can full of crushed Red Bull cans.
To the right of the poster there was a hanger where a Game of Thrones keychain was lying and with a unique very particular key, the kind that are used for bicycle chains.
Despite the time of day, in the corners of the cafe there were small black speakers, even quite old that were connected who knows where. Two of those speakers were playing Death Metal songs in Japanese, and the others were just emitting static. And deep in the back of the place was hidden a door with a unisex bathroom sign.
I also noticed a cable coming in from outside that hung throughout the room, bypassing all the booths, until it reached a small socket next to the bathroom door. I assumed it was coming from the neon sign on the door, but once again, the wire was in terrible conditions. The place was a time bomb.