Reseña: Milky Chance – «MIND THE MOON»
-Calificación: [6,6/10 ]
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Tercer disco de este dúo alemán de rock electrónico después de Sadnecessary (2013) y Blossom (2017). Aunque me consta que son muy populares y comprendo por qué la gente los quiere tanto, para mí nunca pudieron superar su sencillo «Stolen Dance». No por eso creo que sean artistas malos ni mediocres, de hecho aún escucho mucho de su música ocasionalmente, pero ninguna me cambió la vida. ¿Eso cambia hoy?
El disco abre con «Fado», tema muy movido cuyo significado no acabo de comprender. Hablan quizás de la belleza, de la naturaleza, de los colores. En fin, es un tema escogido como sencillo acertadamente pues combina con la radio.
Pasamos a «Oh Mama», uno de los mejores de la lista sin ninguna duda. La letra sigue siendo subjetiva aunque puedo notar que habla de un sentimiento de culpa que vive en la conciencia con el pasar de los años, también se puede referir a los secretos. Pero la letra es lo de menos, este tema es musicalmente precioso, con el bajo cojeando por los coros y con uno de los mejores estribillos que la banda jamás hizo.
Con «The Game» la historia vuelve a cambiar, esta vez el mensaje es claro, es una historia de amor que le canta un lobo solitario con problemas a su crush. Fuera del estribillo no hay nada más que me asombre demasiado. Una linda canción para dedicar a tu novia hípster.
«Rush» es una vuelta a la música más clásica de la banda, estos son los Milkys que conozco, cantando casi dormidos y luego despertando en el estribillo. Además tenemos un puente cantado en francés por Témé Tan, artista que debutó no hace mucho. «Long Run» por el contrario es un tema de desamor, también de lobo solitario. Este si que no me gustó para nada.
«Daydreaming» cuenta con otra colaboración que de hecho si aporta mucho al tema y le salva de caer en lo genérico. Tash Sultana apoya con armonías en el estribillo y cantando la totalidad del segundo verso. En producción la música transmite el mismo sentimiento psicodélico de la letra.
«We Didn’t Make It To The Moon» es un tema sencillo, el que logra ser más hípster siendo menos pretecioso. Musicalmente sólo me gusta un poco el estribillo.
Para darle color al disco, «Eden’s House» cambia de tempo e instrumentación, es en su mayor parte acapella, con unos mínimos detalles instrumentales. Es un lindo tema para el climax de una película dramática, pero sí se hace largo y tedioso.
«Scarlet Paintings» intenta una vez más ser una secuela a Stolen Dance. Sí que lo intenta. «Right From Here» simplemente no intenta nada.
Hay una pequeña mejora en la música de «Fallen», de nuevo gracias a su estribillo. Pienso que este es el tipo de música al que debería enfocarse el dúo. Un tempo bailable, con una producción enfocada en el bajo y letras simples. Ojo que simple no es igual a subjetiva, ya que complican mucho en darle significado a la canción, casi rellenando el espacio de los versos con cualquier cosa.
El disco cierra con «Window», una canción normal con una producción excelente. Toma el lado bueno de la palabra “experimental”. Y como una técnica clásica de cierre de disco, un puente largo al final.
Se habla demasiado de la luna, de alucinar, de desvanecerse, de ver la luz (como 500 veces), sobre tropezar. Muy pretencioso. Es la temática del disco. Eso lo hace conceptual, pero no se esfuerza mucho más que en sus primeras 3 canciones. Un disco hípster que no aspira a más, pero que de por sí es más grande que sus predecesores.
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-Salida Oficial: 15 de Noviembre de 2019
-Mejores Canciones:«Oh Mama» «Fado» «The Game»
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