Tu y yo abrazados para siempre
en la misma pared vieja, somos dos ladrillos diferentes.
Con cemento uniendo nuestras manos, eternamente a tu lado
no seas tan dura conmigo, y yo no seré tan cuadrado.
Tu y yo abrazados para siempre
en la misma pared vieja, somos dos ladrillos diferentes.
Con cemento uniendo nuestras manos, eternamente a tu lado
no seas tan dura conmigo, y yo no seré tan cuadrado.
Deja una respuesta