The Mandalorian o el “lo siento” de parte de Disney
*Artículo originalmente publicado para la revista La Ramona del diario Opinión el día 22 de Diciembre de 2019. VER PUBLICACIÓN
También puedes escuchar el podcast sobre la serie: Click aquí ; y leer la reseña de la primera temporada: Click aquí
¿Cuál es la franquicia de películas ciencia ficción más grande de todos los tiempos? Incluso quitando los términos “ciencia ficción” o “películas” es casi seguro que no te hayas equivocado. El universo concebido como una ópera espacial y antológica, creado por George Lucas será siempre el símbolo de la colectividad “friki” que ya hace mucho tiempo dejó de ser “nerd” para convertirse en el sofisticado “de culto”.
Ahora, ¿qué empresa basa su poder en la compra de franquicias exitosas, por excelencia? No lo dudes, la empresa del ratón, tan infantil, gringa y colorida se ha hecho temer en la última década, ya que aun poseyendo la mayoría de la industria del entretenimiento, hizo temblar la tierra poseyendo todavía mucho más. Será amada u odiada, pero en ambos casos es imponente.
Al denominado “fandom” de La Guerra de las Galaxias le llegó una transición muy dolorosa y estresante desde el 2012, cuando el ratón compró Lucasfilm (porductora dueña de la franquicia) por 4.050 millones de dólares, y creo que esta historia merece la pena repetirla, aunque de forma muy breve, porque, no, no se trata simplemente de la infame “nueva trilogía”.
El universo expandido
Tras el éxito inesperado y adelantado de Star Wars (1977) (Una nueva esperanza), las obras derivadas no se hicieron esperar, a la espera de su secuela, comenzaron a salir historietas y novelas que enriquecían y expandían el universo de dicha película, ya que fue concebida a medio contar, como si se tratara de un episodio cualquiera de una serie de televisión que uno encuentra haciendo zapping. La ambigüedad del universo de esta primera trilogía permitió a miles de escritores, dibujantes y productores explotar su imaginación mientras Lucasfilm se enriquecía en el proceso.
Y así como si nada, el humilde culto de fans se convirtió en una sociedad casi religiosa, devota a un universo con miles de especies y sub especies, planetas y locaciones, tecnología futurista, idiomas y escrituras completamente elaboradas, historias que cubrían más de 25 mil años ficticios de historia ficticia. Historia que cubría acontecimientos de antes, durante y hasta después de la trama de las películas.
La regulación y oficialización de este universo expandido (UE) de parte de Lucasfilm pasó a ser referida como canónico o simplemente “canon”. Ahora veamos cómo el universo “canon” pasó a ser el “antiguo canon” o “leyendas”.
La década de las precuelas
Los 2000 fueron testigos de una fresca y nueva oleada de fanatismo para la franquicia. Una nueva trilogía de largometrajes aportó con una nueva perspectiva a un segmento temporal ficticio que jamás se había abordado en el UE, contándonos el origen de los personajes más famosos y favoritos de la primera trilogía.
Con la trilogía de precuelas surgieron conceptos innovadores que no a todos agradaron, pero también llegaron productos de muy buena calidad que llegaban incluso a superar a las películas clásicas, que ahora sólo tenían reconocimiento por fundar el universo.
Videojuegos como “Knights of the Old Republic”, novelas como “Dark Lord” o “Darth Plagueis” y series de televisión como “Clone Wars” (2003) y “The Clone Wars” (2008) (que para un servidor es el mejor producto de la franquicia en general), elevaron la reputación de este mundo ficticio hasta que este llamó la atención de Disney.
El nuevo canon
La compra de Lucasfilm podría significar buenas noticias para una gran mayoría, ya que esto significaría mayor inversión para productos nuevos, y aún mucho mejor, más películas en la pantalla grande. La sonrisa de un futuro próspero sería borrada rápidamente.
Sí, se confirmó una nueva trilogía, una trilogía de secuelas que contaría “nuevas historias” sobre lo que pasa después de la trilogía clásica. El problema es que ya se sabía lo que pasaba después de la trilogía clásica. Toneladas de cómics y novelas ya nos lo habían contado. ¿Qué significaba eso de “nuevas historias”?
Sin ningún miedo, Mickey Mouse optó por resetear (casi) en su totalidad el canon oficializado de la franquicia. Desde ese día, esas historias pasarían a ser secundarias, no oficiales, un universo alternativo viejo, y su nombre pasaría de ser “canon” a “leyendas”. Sólo las seis películas, una de las series de televisión y un par de novelas pasaron a ser consideradas oficiales. Mientras tanto los fanáticos que crecieron con estas “leyendas” pasaron de morderse las uñas a golpear paredes. ¿Cómo términos tan simples como “canónico” u “oficial” podían ser tan insultantes?
Para colmo, la serie máxima, “The Clone Wars” fue cancelada y una serie unánimemente más mediocre y sujeta a las políticas de Disney se encargó de remplazarla.
Las nuevas películas que llegaron con una promesa de historias nuevas, personajes nuevos y resurrección de la franquicia terminaron siendo sueños frustrados de guionistas guiados por lo comercial; no hay que negar que tienen sus aciertos nostálgicos y guiños de antaño, pero al final se sintieron refritos de películas viejas, fórmulas genéricas y nada más que llamados a la nostalgia de un mundo setentero con tecnología cinematográfica moderna. Sí, la franquicia siguió siendo tan grande para que esta nueva trilogía pueda triunfar ante todo, pero el daño estaba hecho.
Una (nueva) esperanza
La vieja fanaticada tuvo que tragarse toda esta transición, diciendo: “no me importa Disney, para mí esto sí es canon y eso no”. Era cuestión de aceptar y presionar.
Mientras tanto, a la par de sus nuevos proyectos, se optó por sacar películas complementarias, fuera de la mencionada trilogía. Todo para enriquecer mucho más este universo que demandaba complementos. Sin embargo, acá el ratón sufrió su primera derrota.
Ambos spin offs “Rogue One” (2016) y Solo (2018) recibieron una aprobación tibia del público, sin embargo las ventas, en especial del último fueron un auténtico fracaso, al menos para las expectativas que se tenían. Y esto sí que le interesaba a Mickey, así que un tercer spin off fue cancelado.
Se anunciaron nuevas películas al finalizar esta trilogía, se anunciaron videojuegos y se anunciaron series de televisión, se anunció todo, todo para no volver a perder; ¿los resultados?
En noviembre de 2019 vió la luz “Jedi: The Fallen Order”, videojuego que lejos de querer innovar forzosamente con ideas sacadas de la manga, le dio un trasfondo y justificación a este nuevo universo que tanto lo necesitaba, “canonizando” muchos conceptos del antiguo UE, y regalando momentos de satisfacción a los más incrédulos.
Se anunció la renovación de “The Clone Wars”, serie cancelada cuya continuación se había convertido en la demanda más grande del fandom.
Y finalmente, concluyó la producción de “The Mandalorian”, primera serie “live action” de la franquicia (y de otras anunciadas), que después de muchísimo tiempo no tendría a “los Skywalker” o a “la fuerza” como protagonistas. Tendría un tono serio y adulto estilo western espacial. Pero por sobre todo, abordaría un concepto que ni el antiguo canon había abordado, y hasta entonces había sido un tabú (concepto que hoy domina el espacio digital).
Para la fecha de elaboración de este artículo, estamos a un día después de una sobrevendida novena película episódica (final de la nueva trilogía), pero estamos a una semana de anticipación al último capítulo de la primera temporada de “The Mandalorian”. Pregunten a quienes consumen ambos productos, por cuál se sienten más las ansias.
Haciendo a un lado el orgullo y el cinismo. Una pizca de respeto de Disney en la serie terminó siendo más grande que el enorme experimento cinematográfico cuyo recibimiento está destinado a ser divisivo.
La serie, sin ser vista por todos, llegó estar identificada por todo el mundo. Cierto personaje polémico es en este momento la mascota del internet, y por accidente será el protagonista de las tiendas de juguetes para estas navidades también. Pero nada es completamente justo, pues el ratón, incluso tragándose el orgullo, terminará beneficiado.
The Mandalorian tiene un peso de más de 40 años de franquicia por arrastrar, pero también es una puerta a una posible tregua entre los dueños y los devotos. Nó solo es una serie que pueden disfrutar los fans; alguien completamente nuevo y externo a la franquicia puede introducirse a la misma a través de esta puerta. Incluso alguien ajeno al género puede curiosear y descubrir diamantes en una mina de cobre.
Ahora que ya sabes que este “rechazo” al apoderamiento de Disney es más que un berrinche, a quién crees que se debería respetar más, ¿a la trayectoria? ¿a lo novedoso? ¿por qué no a ambos?
LEE TAMBIÉN MI RESEÑA DE LA PRIMERA TEMPORADA DE THE MANDALORIAN: haciendo click aquí
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